AUTOR: LLORENÇ HERRERO, Alfredo.
Definición:
Las ciudades son estructuras físicas, económicas y sociales-culturales que permiten a sus habitantes alimentarse de manera artificiosa, sin depender del azar de la naturaleza, es decir, conseguir alimentarse desligándose lo máximo posible de su vínculo con lo natural. Para conseguir esto, el ser humano ha sido capaz de ceder parte de su libertad e individualidad. El espacio privado puro, es el espacio que todavía queda en la ciudad, donde el ser humano es capaz de reconocerse a si mismo.
La ciudad.
El propietario-agricultor no depende para su sustento de la tribu y por tanto su pensamiento y modo de vida, es mas libre que aquel individuo que pertenece a sociedades tribales de cazadores-recolectores o aquellas donde la propiedad del suelo es colectiva.
En principio, puede parecer que un propietario-agricultor, que cosecha su propio alimento y el de su familia, es más libre, que el habitante de una ciudad. ¿Por que entonces, iban los individuos, a juntarse para crear ciudades pudiendo permanecer siempre como propietario-agricultores?
Tanto el propietario-agricultor, como las sociedades tribales, están sometidas a los azares del clima, dependen de una naturaleza, que es aleatoria y fortuita. La libertad del agricultor depende de los vaivenes de la naturaleza. Libertad e individualidad, pueden acabar debido a una hambruna fortuita.
Los habitantes de la ciudad, por el contrario, han sacrificado parte de su libertad e individualidad. ¿Por qué?
Una enorme masa de gente dentro de la ciudad, depende de alimentos que por si mismos, no producen, ni saben producir. ¿Cómo logran sobrevivir? Para conseguirlo, se han especializado por “estamentos, gremios u oficios”, de manera que cada “gremio”, hace lo que los otros desean o necesitan. Este intercambio, esta desligado de los procesos naturales o climatológicos, y se realiza atendiendo a factores culturales. Así pues, los habitantes de cualquier ciudad, cambian su modo de vida, y si es necesario, la forma de la urbe, adaptándola en cada momento a las nuevas necesidades de todo el conjunto. Esto les permite conseguir el alimento artificiosamente. Si el alimento escasea se consumirán los excedentes acumulados y además se forzará el territorio con las obras necesarias para que produzca lo suficiente, y si aun así, no fuera necesario, la ciudad, lo buscará más y más lejos, y si no lo encuentran o no lo pueden comprar pronto aparecerán especialistas preparados para usar la fuerza. La ciudad se comporta como un súper-organismo.
Se puede entender así que una ciudad de un millón de habitantes hambrienta, se vuelve mucho más peligrosa que un millón de campesinos hambrientos, cuyo último recurso ante la hambruna es el abandono de sus tierras y la emigración.
Como vemos el fundamento de las ciudades recuerda mucho a los fenómenos que se dan en el ámbito de algunos insectos sociales, en donde se ha producido una perdida de individualidad a favor de la superespecialización y con ello, la colonia entera consigue ganar independencia sobre los factores naturales y climatológicos. Cada una de las hormigas no sabe por si sola obtener su sustento, pero la colonia posee organizaciones, y sistemas, que permiten generar alimento para todas (o casi todas) incluso cuando la naturaleza o el clima es adverso.
Este hecho (la manera artificiosa de alimentarse) es a mi modo de ver el fundamento último de las ciudades humanas de cualquier época.
La urbe
Desde el punto de vista urbanístico, llamaremos urbe a la estructura física donde se produce este intercambio de intereses entre sus habitantes. La forma física de la urbe sufre las metamorfosis necesarias para conseguir siempre el mismo objetivo: alimentar a una masa de gente que no es capaz de producir alimentos por si misma. Estas metamorfosis puede ser en casos extremos una especialización militar, bien sea en sus aspecto ofensivos, o en los defensivos.
Imagen ficticia de Los Angeles en la pelicula "Blade runner" de Ridley Scott.
El sistema privado puro.
No obstante el ser humano se resiste a los procesos de perdida de individualidad y de libertad que una ciudad requiere. El encontronazo que se produce entre la organización familiar e individual del ser humano y la superestructura de la ciudad debe ser resuelto. La solución de este conflicto pasa por establecer un sistema privado puro. Este sistema privado estaría formado por las partes de la ciudad donde los individuos o su organización familiar se reconocen como tal. Dentro de estos espacios somos capaces de entender nuestra individualidad y conservar cierto grado de libertad separándonos de las otras megaestructuras que conforman la ciudad.
El proyecto del sistema privado puro.
El sistema privado puro se opone a la megaestructura urbana. Es un paraíso personal, un mundo de pequeños objetos personales de valor sentimental. Un lugar donde las necesidades físicas y corporales están resueltas. Un suelo cálido por donde poder ir desnudo. La escala es humana y la proporción apaisada, la naturaleza ha sido totalmente domesticada, la luz no deslumbra y el agua, en este lugar, está limpia y remansada.
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